Patrimonio artístico

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Pasos procesionales

Paso de 1852

pasosoledad1852 1El 22 de septiembre de 1847 el Vicario y Provisor General del Arzobispado aprueba nuevas reglas en cuyo título primero se especificaba el título de la Hermandad, que era el siguiente: “Fervorosa y Devota Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santísima Cruz en el Monte Calvario y Nuestra Señora de la Soledad”. Quedaba por tanto erigida en Cofradía de Penitencia. En Diciembre del mismo año se compra a la Hermandad del Gran Poder una parihuela para, llegado el momento, pueda efectuarse la estación de penitencia. El importe de la misma ascendió a 800 reales.

Muchas fueron las dificultades para adquirir una imagen dolorosa que colmara las ilusiones de los hermanos de entonces. Finalmente se optó por encargar la realización de una imagen al escultor e imaginero Gabriel de Astorga Miranda, hijo del célebre Juan de Astorga Moyano, siendo bendecida el 11 de abril de 1851. El viernes santo 9 de Abril de 1852 se realiza la primera salida penitencial. El paso que se estrena es el adquirido a la Hermandad del Gran Poder, que en los primeros años sale sin dorar.

El paso era de líneas rectas, tableros lisos y sin respiraderos, siendo las esquinas de forma cilíndrica. El zócalo era de estilo barroco con ménsulas y escudo corporativo, se doró en 1959 por Juan Rossy. Destacaban los candelabros de guardabrisas y una candelería colocada delante de la dolorosa, caótica y distribuida desigualmente, hecha a base de candelabros de distinto tipo y tamaño. La ausencia de exorno floral era significativa. En el paso aparecería la Dolorosa de rodillas, con las manos al pecho cruzadas sobre un monte de corcho, detrás la cruz con escaleras y sudario que pendía sobre un sólo brazo de la misma. El manto que llevaba la Dolorosa fue bordado por Manuel María Ariza. Se trataba de la primera vez que una cofradía en Sevilla representaba la Soledad de María de esta forma.

Paso de 1915

pasosoledad1852 1El viernes santo 2 de abril de 1915 la Hermandad estrenaba un bellísimo paso neobarroco tallado por Antonio Roldán para la Hermandad de la Soledad que lo tuvo desde 1915 hasta 1956. Se trataba de un canasto dorado de bombo invertido que contaba con unos candelabros y respiraderos que hasta 1908 formaron parte del paso del Gran Poder. Una barra metálica protegía la visera del paso al tiempo que servía de apoyo al capataz. El año de su estreno todavía llevaba los candelabros del paso anterior.

En 1928 el paso sufre una transformación. El canasto pasa a ser de bombo redondo, se estrenan candelabros de guardabrisas de excelente factura y se amplían los respiraderos aunque conservando las cartelas de las esquinas. En 1935 y 1941 se volvería a dorar agregándosele unas pequeñas cartelas al canasto. La Dolorosa, quizá más adelantada, continuaba de rodillas y con las manos cruzadas al pecho, sin candelería delante, con cruz y escaleras detrás y de nuevo el sudario en su solo brazo de la cruz. El exorno floral se agolpaba en las esquinas y alrededor de los candelabros en línea ascendente.

Este paso supuso un alarde de sencillez, clasicismo y buen gusto. Hoy en día es añorado por muchos hermanos y cofrades. El paso fue vendido a la Hermandad del Amor de Jerez de la Frontera en 1956 por 40.000 pts. utilizado por esta hermandad este los años 1957 y 1993. Hoy se encuentra en Aguilar de la Frontera (Córdoba), cuya Hermandad de la Vera-Cruz lo adquirió para el Señor del Calvario. Actualmente, han sido sustituidos los candelabros de guardabrisas por cuatro faroles dorados.

Paso de 1957

pasosoledad1852 1El 28 de noviembre de 1954 la Junta de Gobierno muestra el proyecto de Emilio García Armenta para un nuevo paso abriéndose suscripción para la financiación del mismo. El Cabildo acuerda, no obstante, estudiar todos los proyectos que se pudieran presentar, antes de decidirse. El 12 de enero de 1955 se aprueba el proyecto de paso decantándose los presentes en el Cabildo por el de Emilio García Armenta.

Bajo diseño y parcial ejecución del insigne y reputado orfebre Emilio García Armenta se estrena nuevo paso en 1957. De la talla se encargó Manuel Guzmán Bejarano, que comenzó su trabajo pasada la Semana Santa de 1956. El original diseño mezclaba las aplicaciones, casetones, relieves y columnas de plata con la madera en color caoba. La Hermandad, por tanto, se embarcaba en un nuevo proyecto de paso que tardaría, por su costo y complejidad, 22 años en verse culminado.

El actual paso de Nuestra Señora de la Soledad es de estilo neorrenacentista, de líneas rectas con casetones donde se labran cartelas grandes y pequeñas que representa detalles de la pasión y de la vida de la Virgen María, separadas por columnas de fuste acanalado con capiteles corintios, friso corrido en la parte alta y recortado bajo las cartelas. Los respiraderos llevan grueso moldurón en la parte alta, espacio para cinco placas en su frente y otras tantas en la trasera, y para ocho placas en cada uno de los laterales; friso en todo su perímetro interior y guirnaldas vegetales talladas en madera entre las cartelas, así como penacho invertido a modo de terminación en su contorno. La parte alta se rodea de crestería y perillas y en las esquinas cuatro magníficos y airosos candelabros de brazos para guardabrisas en cuyas bases se sitúan ángeles querubines (ejecutados magistralmente por Rafael Barbero Medina). Dichos candelabros tallados también en caoba llevaran en plata de ley, como toda la obra prevista, soportes, nudos y coronillas.  

El año de su primera salida se encontraba terminada toda la labor de carpintería y talla, ejecutada por Manuel Guzmán Bejarano, pero no así la parte de orfebrería en plata que no empezaría a estrenarse hasta el año siguiente. Ese mismo año, al no estar totalmente terminados los candelabros de guardabrisas, fueron sustituidos, sólo en aquella ocasión, por unos hachones. El viernes santo de 1958 por no estar terminados los candelabros de guardabrisas saca cuatro grandes faroles pertenecientes al paso del Stmo. Cristo de las Aguas que fueron cedidos generosamente

Debido al alto coste tanto material como de la mano de obra de este monumental proyecto, no pudo el orfebre cordobés afincado en Triana ver concluida su obra, pues le sobrevino la muerte tras una larga enfermedad en 1971, estando entonces ejecutada sólo parte de la orfebrería de la delantera y algunas piezas más, recomendando el propio artista que culminara su obra Manuel Domínguez Rodríguez, como así se hizo. En 1976 Manuel Domínguez Rodríguez ejecuta los relieves del Santo Entierro, Noli me Tangere, Caída en la Calle de la Amargura, Expolio, Calvario, Piedad, Oración en el Huerto, Columna, Coronación de Espinas, Sentencia, La Verónica, y el Encuentro de la Virgen en la Calle de la Amargura. De bulto en igual metal: El nacimiento de la Virgen, Tránsito y la Virgen de Guadalupe, y los cuatro evangelistas flanqueados por columnas, dos en cada lateral. El conjunto se remata con la ejecución de cuatro jarras en metal plateado, dos a cada lado de la Dolorosa.

El grupo frontal (capilla central) igualmente de bulto siguiendo el modelado de Francisco Berlanga Ávila de 1992 (Invención de la Santa Cruz y Lignum Crucis) fueron ejecutados por Manuel de los Ríos Navarro de Orfebrería Andaluza, todo en orfebrería de plata de ley. El espectacular llamador (1973), en argénteo metal, representa al Arcángel San Miguel que aparece sentado sobre un dragón, diseño de Manuel Domínguez Rodríguez y fundido por Hijos de Juan Fernández. Los faldones bordados en hilo de plata sobre fondo de terciopelo burdeos fueron ejecutados en 1997 por Talleres Salteras con dibujos de Remigio Díaz Ballesteros donde se insertan el escudo antiguo de la primitiva Hermandad de la Santa Cruz en la delantera, escudos de España y Portugal en laterales y escudo franciscano en la trasera. En 2010 fueron restaurados y pasados a nuevo terciopelo en azul noche en el Taller de Mariano Martín Santonja. El paso se expuso en representación de la ciudad de Sevilla en la octava edición de la Muestra Nacional de Artesanía Cofrade (Munarco 2004) celebrado en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (Fibes) entre el 23 de enero y el 1 de febrero de 2004 

En el año 2007 con motivo de las obras de restauración y acondicionamiento de la casa hermandad, hubo de trasladarse el paso a las dependencias de la Hermandad del Cachorro quedando expuesto junto al paso del Santísimo Cristo de la Expiración en la sala de exposiciones de la corporación trianera que tan gentilmente cedió sus instalaciones. El 10 de septiembre de 2009, el paso de la Soledad de San Buenaventura fue trasladado desde su casa de hermandad hasta el taller de los hermanos Caballeros donde se le realizó una nueva parihuela dado el mal estado en que se encontraba la que tenía modificándose la altura de la misma y añadiendo una trabajadera más, de seis a siete. El paso quedó finalizado en su mayor parte en 1979, si bien, queda pendiente dotar a las andas de una mayor iluminación lateral con nuevos brazos de guardabrisas de menor tamaño, así como sacar a medio bulto o altorrelieve las cartelas centrales de los laterales y de la trasera.

Sin duda la irrupción de este paso en la semana santa de 1957 supuso una ruptura con la línea estética que hasta la fecha había tenido la Hermandad. Se trata del único paso en Sevilla con motivos y estilo renacentistas. Su aceptación en los sectores cofrades y de la Hermandad se hizo esperar, un proyecto de tal magnitud necesitaba verse acabado para valorarse en toda su dimensión. Hoy en día, ya no hay dudas. El majestuoso, original y armonioso paso de Nuestra Señora de la Soledad goza del reconocimiento unánime de sus hermanos y cofrades. Un conjunto atrevido para la época en la que se proyectó y que más de medio siglo después ya forma parte de las joyas del patrimonio procesional de la semana santa sevillana.

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Real, Ilustre y Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Cruz en el Monte Calvario, Santísimo Cristo de la Salvación y Nuestra Señora de la Soledad.

 

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